sábado, 16 de octubre de 2010

Eduardo Mendoza, el ganador del Premio Planeta

España


Superficie: 504 645km2
Capital: Madrid
Forma de gobierno: Monarquía parlamentaria
Rey: Juan Carlos I
Presidente del Gobierno: José Luís Rodríguez Zapatero 
Idiomas oficiales y cooficiales: castellano, catalán, 
valenciano, gallego, vasco, aranés
Moneda: Euro


 Eduardo Mendoza nació el 11 de enero de 1943 en Barcelona. Se licenció en Derecho en 1965.  Se movió  a Nueva York en 1973 para trabajar como traductor en la Organización de Naciones Unidas. Dos años después, publicó su primera novela titulada Los soldados de Cataluña. Sin embargo, a causa de la censura franquista tuvo que cambiar el titulo por La verdad sobre el caso Savolta. Con esa obra, le otorgaron el Premio de la Crítica. En 1982, volvió a Barcelona. En 1986, publicó la novela La ciudad de los prodigios que, según la crítica, se convirtió en su obra maestra. Mendoza es un hombre polivalente, por lo tanto, no fue extraño que trabajara en el campo del cine y del teatro. Fue también columnista en el periódico El País y publicó por entregas la novela Sin noticias de Gurb en 1990 y en 2001 reiteró con El trayecto de Horacio Dos. En 1995, empezó a impartir clases de traducción en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona. Recibió el Premio Planeta el 15 de octubre de 2010 por su novela titulada Riñas de gatos; Madrid, 1936. Por lo tanto, el escritor barcelonés cobró  600 000 euros. Sucede así a autores famosos como Ángeles Caso, Fernando Savater, Juan José Millás, Álvaro Pombo... La finalista del "concurso" era Carmen Amoraga con su libro El tiempo mientras tanto. De esta manera, el esquema habitual se reproduce, es decir un autor muy conocido frente a otro más secreto.

El Premio Planeta

Ese premio fue creado en 1952 por José Manuel Lara, un editor que deseaba promocionar a los autores españoles. Ese premio se entrega el 15 de Octubre de cada año porque ese día se celebra la festividad de Santa Teresa y la esposa del fundador del premio se llamaba María Teresa Bosch.



2 comentarios:

  1. Como lo habéis leído, Mendoza fue víctima de la censura en los años setenta. Querría tratar de la censura hoy en día y conocer vuestra opinión sobre la cuestión. Hay que saber que de momento, en más o menos sesenta países las autoridades censuran la Web o parte de ella. Es decir que la gente no puede expresarse libremente. En China, por ejemplo,Liu Di, una estudiante de 22 años, fue detenida en 2002 por haber criticado al gobierno en los foros. Liu Di se quejaba de la falta de informaciones en la Web debido a la censura. En China, los internautas no pueden publicar mensajes que contienen ciertas palabras como "derechos humanos". Existe un amplio control de los medios de comunicación.

    En Europa también, hay que tener cuidado con lo que ponemos en el Internet. Acordados de ese hombre que fue detenido por conducción en ebriedad y para vengarse insultó a la policía en Facebook. Sin embargo, los autoridades vieron su mensaje y el hombre fue sentenciado a 3 meses de prisión. Pero es evidente que la libertad de expresión es respetada en Europa. Sólo hay que comprobar que el contenido de nuestros mensajes no viole la ley.

    No dudéis en dejar un comentario, en ese blog, no se aplica la censura ;-)

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  2. La libertad de expresión es un derecho fundamental que no debería ser negado a nadie. Me parece legítimo que cada persona con una opinión pueda compartirla y de la misma manera, todo el mundo debería tener acceso a la información. Sólo así se puede avanzar en la sociedad, analizando las situaciones y enfrentando las ideas para progresar. En lo que concierne Europa actualmente, creo que somos privilegiados en comparación con otros países en los que la censura es mucho más fuerte. Sin embargo, que cada uno pueda expresarse no significa que todos deban hacerlo. Explico mi opinión: una persona que tiene algo interesante que decir proporciona algo positivo para la sociedad pero ya no cuento los tontos que cuentan cada rato de su vida en el facebook como si fuera un momento clave para la historia. En estos casos, sí estoy a favor de la censura. No la que imponen ciertos gobiernos o alguna organización pero la que llamamos autocensura.

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