lunes, 8 de noviembre de 2010

¿A dónde vamos a parar?

En Irán, el bloguero Hosein Derakhshan ha sido condenado a 19 años y seis meses de cárcel por el simple hecho de escribir blogs. Esa falta de libertad de expresión me choca. ¿En qué mundo vivimos? ¿Cómo se puede impedir a alguien que escriba lo que piensa? Opino que los dirigentes de los países en los que la censura forma parte integrante de la cultura no tienen la envergadura suficiente para hacer frente a las críticas. Entonces, la solución de facilidad es prohibir y condenar. Por supuesto, para esos dirigentes, es más fácil mandar a callar a los que molestan en vez de defender en público el régimen que han escogido adoptar. Sin embargo, para condenar a alguien, hay que encontrar un motivo. En esos países, no es un problema. En el caso de Hosein, dijeron que había viajado dos veces a Israel, un país que no tiene relaciones diplomáticas con Irán y por eso fue acusado de "colaboración con gobiernos enemigos, propaganda contra la República Islámica, blasfemia y creación y dirección de páginas web vulgares y obscenas". 

Creo que la censura existe en todo el mundo, aunque sea mucho menos importante en Europa y en el Occidente en general. Nadie se siente libre de decir sinceramente lo que piensa so pena de sancción. Eso es también una forma de autocensura. ¿Cuántas personas no se atreven a criticar de manera constructiva a su jefe  por miedo de perder su trabajo o de no verse conceder una promoción? Puesto que las críticas son constructivas, permiten al individuo avanzar, evoluar. Aceptar las críticas, no pone en peligro nuestra autoridad, al contrario, pienso que es una fuerza de demostrar que somos capaces de ponernos en cuestión.


Artículos de prensa relacionados con el tema: 



No hay comentarios:

Publicar un comentario